Hermano Lector, Hermano Cerdo


La lectura es una constante construcción de puentes; los que no se construyen se inventan, y los que no corren con alguna de estas dos suertes sencillamente se derrumban. Conectar y establecer relaciones es tal vez el mayor afán de nuestros días, en donde las redes sociales y las nuevas interacciones digitales en la red te permiten siempre ir un poco más allá gracias a la maravillosa idea de los hipervínculos. Así, es posible encontrar propuestas editoriales que hace dos décadas pocos hubiesen imaginado. Una de ellas es la revista HermanoCerdo; una publicación mexicana que desde el 2006 llena sus páginas con los mejores ensayos, cuentos y traducciones literarias mezclados con curiosos reportajes y notas sobre el mundo de las artes marciales. Raro, ¿no?

Para el más esnob de los lectores puede parecer no solo “rara” sino “inaceptable” una editorial que mezcle dos mundos tan distantes (en apariencia). Pero es entonces cuando vienen a la mente libros como Último round de Julio Cortázar y su maravillosa teoría de que el cuento gana por K.O. y la novela gana por puntos. Ahí es posible empezar a entender que el mundo de la lucha y las artes marciales son de gran relevancia en el mundo de la crítica literaria y tienen un rincón privilegiado en la mente de algunos lectores de ficción. Sin duda, también habrá muchos aficionados a las artes marciales que se deleiten con cuentos de Hemingway (un innegable aficionado al pugilismo, entre otro buen número de actividades que involucran más la sangre, las balas y la fuerza bruta que las sutilezas de las que se cree debe estar dotado un hombre de letras) o que sencillamente poseen el gusto por leer buenas historias.

Entonces entendemos la razón de ser de una revista como HermanoCerdo y su inusual mezcla de contenido. Hacer real la analogía de la lucha y la literatura; los mejores escritores buscan noquear a sus lectores, los mejores lectores siempre quieren subir al cuadrilátero.

Lo maravilloso de esta opción para los lectores es la variedad en los textos publicados ya que están siempre abiertos a recibir colaboraciones (sus secciones son: Ensayo, Crítica, Ficción, Crónica, Miscelánea, Golpes y Patadas y, por último, pero tal vez su sección más llamativa, Traducciones) eso sí, con unas exigencias mínimas que dejan en claro que no buscan ser una típica revista literaria que quiere establecer un canon especial de nuevos autores y enaltecer la creación con intrincados juegos creativos, recursos rebuscados y otras poses innecesarias pero muy comunes en estos medios. Así lo aclaran las condiciones para colaborar con textos de ficción: «Se aceptan cuentos de cualquier género, tema y estilo. El número de páginas no está a consideración siempre y cuando el cuento sea atractivo para los lectores. No publicamos minificción ni cuentos con vanidosos juegos tipográficos o cualquier texto de marras que intente comprobar una tesis o una poética. Tampoco aceptamos poesía».

Y, tal vez, gracias a estas radicales posturas, HermanoCerdo es un espacio que escoge muy bien a sus colaboradores y los textos que desea publicar, dejando ver que la calidad es la prioridad ante todo texto literario y que la crítica y el ensayo también son espacios importantes en la tradición literaria actual. En sus publicaciones se manifiesta el difícil trabajo de rescatar ensayos de grandes escritores cuyos textos no son fáciles de encontrar; y, también, el oficio del editor que comparte literatura con sus hermanos cerdos reseñando muchas novedades literarias en la sección Lecturas cerdas y añadiendo siempre actualidad con sus entrevistas (unas literarias, otras del mundo de las artes marciales) o con las Notas cerdas, cuyas breves apreciaciones sobre el reciente panorama editorial y literario pueden ser una muy buena entrada en nuestro menú de lecturas diarias.

HermanoCerdo es una magnífica opción a la hora de buscar buen contenido literario, actualizarse y disfrutar de un buen formato digital para aquellos que no tenemos la suerte de contar con la publicación en físico.

Su director y editor es Mauricio Salvador, autor de El hombre elástico y otros cuentos y editor fundador de la revista Esquina de boxeo. El encargado del diseño web es Javier Moreno, quien vive en Canadá y ha publicado dos colecciones de relatos Lo definitivo y lo temporal (2009) e Inframundo (2010), y como traductor profesional cuentan con Jorge Salavert (además de un numeroso grupo de colaboradores traductores).

Imagen tomada de: hermanocerdo.com

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