Absurdas soledades detrás de Un Cuento Chino*
“La vida es un
sinsentido, un absurdo”
Roberto. Un
Cuento Chino
Que una vaca caiga del cielo y mate a la mujer
a la que acabas de pedir matrimonio no puede tratarse de un simple absurdo,
tiene que ser algo más; tal vez sea Dios en su infinito ocio buscando una nueva
manera de añadir sufrimiento a un pobre desgraciado (que se cree feliz, para
colmo) explotando al máximo su creatividad. Así lo ve Roberto, el protagonista
de la más reciente película del cineasta argentino Sebastián Borensztein.
Roberto es dueño de una modesta ferretería en
Buenos Aires y es feliz porque está solo; su compañía se reduce a los clientes
(a quienes detesta), Mari, una bella mujer (a quien rechaza), un monumento de
figuras de cristal en honor a su fallecida madre (que es lo único que le queda
de esa mujer que adora aunque nunca la haya conocido), y un libro lleno de
recortes de periódico con noticias absurdas de todo el mundo (que alimentan su
certeza sobre la burlona desgracia que es para todos nosotros el hecho de estar
vivos). Así es el protagonista de esta historia que nos enseña que, más que
huir de los hechos absurdos de la vida, podríamos, tal vez, entender que esos
hechos inexplicables alimentan aquello que hace de nuestra existencia un suceso
único e irrepetible.
¿Cómo se puede convertir la vida de un hombre
como Roberto, un cascarrabias solitario por elección y convicción, en una
historia que nos enseñe a valorar las desgracias de lo absurdo que es vivir?
Esto solo es posible cuando aquello en lo que tanto creemos y que nos da
aliento, o que de alguna manera le da sentido a nuestras vidas, toca a nuestra
puerta y nos vemos obligados a enfrentarnos cara a cara con ello. Así, las
noticias absurdas, que alimentan de cruel ironía el sentido de la existencia de
Roberto, llegan a su vida como menos las esperaba.
Jun, un joven chino de apenas veinte años, se
encuentra perdido en Buenos Aires, sin dinero, sin hablar una pisca de español,
buscando a un tío que lo reciba después de haber tenido que huir por una
tragedia vivida en su país. Jun no encuentra a su tío, pero encuentra a
Roberto, tal vez el último hombre con el que se debió encontrar en una ciudad
tan basta como Buenos Aires. Al menos es lo que imaginamos sabiendo que Roberto
sencillamente es incapaz de relacionarse con otro ser humano, ¡cómo rayos se va
a relacionar con un chino! Pero dentro de la dureza del carácter de Roberto
aflora un sentimiento más de obligación que de solidaridad con el pobre Jun y
lo aloja en su casa.
Mari, la mujer que logra ver en Roberto las
cualidades y virtudes que nadie más puede ver, o siquiera imaginar, aprovecha
la situación con el chino desamparado para acercarse a Roberto, para ablandar
su corazón. Pero, ¿cómo ablandar el corazón de un hombre que tiene todo el peso
de su existencia sobre sus hombros, que se siente culpable de la muerte de su
madre quien fallece al traerlo al mundo, un hombre que tuvo que sufrir la
horrible experiencia que pesa sobre toda una generación de hombres y mujeres
argentinos: la Guerra de las Malvinas? La simple alusión a la pregunta es ya
otro claro absurdo dentro de las obscenas particularidades de la vida.
Un Cuento Chino retrata el cambio interior de un
hombre que ve la vida como un chiste de muy mal gusto, un chiste que a él mismo
le hace gracia, y que, cuando entiende que ese sinsentido, que tanto lo fascinó
toda la vida, está frente a él en la triste tragedia del pobre Jun, ahí Roberto
sabe que no hay razón para agregarle más sinsentidos a la vida, pero, sobre
todo, que no es posible afrontar el absurdo en soledad.
La historia de Borensztein, protagonizada por
el reconocido actor Ricardo Darín, es maravillosa porque a pesar de ser un
tributo a los hechos inexplicables de nuestra existencia, está basada en hechos
reales: una
vaca que hundió un barco pesquero japonés al ser arrojada desde un avión
por ladrones rusos, y una historia cuyo titular en su momento, según
Borensztein, fue la cumbre del sinsentido para todos los argentinos: “Argentina entra en guerra con Inglaterra…”.
No lo dudemos más, así se trate de un simple “cuento
chino”, la realidad supera toda ficción.
*Originalmente publicado en la Comunidad de Escritores y Lectores de BIbloRed
Trailer en YouTube: Un cuento chino
Imágenes tomadas de:
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