Vendemos esperanza


La mejor parte de la música es cuando no decepciona. Hoy en día es muy difícil juzgar el compromiso o la fidelidad con un concepto o con un simple género que agrupe a quienes hacen música, y todavía más difícil es hacer eso mismo con quienes sobrepasan varias décadas haciendo música. Porque es cierto, los tiempos, la gente, la industria cambian, los procesos al momento de componer, de producir, de promocionar, todos han cambiado; en esas circunstancias cualquier intención de mantener una coherencia de concepto o de propuesta que tenga éxito y que trascienda, es virtualmente, solo virtualmente, imposible.

Pero el primero de febrero del 2019 The Specials, la banda legendaria de Ska formada en Coventry, en el año 77 del siglo pasado, lanzaron su primer álbum de estudio con material nuevo después de 37 años, y lo hicieron para callarnos la boca, porque sí es posible ser coherentes, sí es posible mantener un sonido y una propuesta intactos, incluso mejorarlos elevándolos a una expresión musical que sobresale, que impacta y que a la vez es en esencia lo mismo que hacían hace más de treinta años.


Encore, el título del álbum, confirma la intención de la banda de volver a los escenarios a repetir, a hacer un bis de toda su carrera, pero como solo los grandes lo hacen, con la seguridad de entregarnos material fidedignamente auténtico y conectado con la realidad sociopolítica del mundo. Ese material consta, además de 11 versiones en vivo de sus grandes éxitos como “Monkey Man”, “Ghost Town” y un bello cover de “Redemption Song” (varios grabados en Le Bataclan de París), contiene 10 canciones inéditas y poderosísimas en su sonido pero especialmente en sus letras.

De algunos de esos temas vale la pena resaltar por lo menos tres.

El primero que rescataré es “B.L.M.”, la segunda pista del álbum, una canción con fusiones de ska, disco y funk que resulta muy agradable de escuchar, que narra la historia de Lynval Golding, el guitarrista y segundo vocalista de la banda, quien nos cuenta cómo en 1954 su padre salió de Jamaica para llegar a Inglaterra, tal como otros miles hicieron ante la generosa invitación de Sir Winston Churchill, para terminar sometido a una fundidora de acero, angustiado ante la dificultad de conseguir una habitación decente donde vivir porque tras golpear tantas puertas el aviso en todas es el mismo: “no perros, no irlandeses, no negros”. “Bienvenido a Inglaterra”, dice irónicamente Lynval. Luego nos cuenta cómo en 1964 fue su turno de salir de Jamaica y llegar a Northampton donde un niño le grita en la calle “¡oe, negro bastardo, venga!” y “¡venga acá, negro bastardo!”, todo en medio de la incredulidad del pequeño Lynval, que solo acierta a decir “bienvenido a Inglaterra”, de nuevo. Por último nos cuenta cómo en 1994 se mudó a los Estados Unidos y un día entró a una tienda, en el momento que atravesó la puerta una mujer le gritó “¡qué haces aquí, maldito negroide!”, Lynval le explica que solo pretende comprar un regalo de cumpleaños para su hermana, entonces la mujer oye su acento británico y le dice aliviada “ah, tú no eres de aquí, no eres uno de ellos”, “¿uno de ellos?”, pregunta Lynval, “¿un negro? Yo soy negro, ¿es eso todo lo que puede ver, el color de mi piel?”. “Bienvenidos a mi mundo”, sentencia ahora Lynval. Toda esta historia se concentra en una clara denuncia en el coro pero que no se materializa hasta el final en una frase que hace dos años acaparó la atención del mundo y de los estadounidenses por el resurgimiento de reiterados abusos policiales con claras tendencias racistas, la denuncia que hace Lynval es la siguiente: “But I'm not here to teach you / I'm not here to preach to you / I just want to reach out and say: / Black lives matter” (No estoy aquí para enseñarte / no estoy aquí para sermonearte / solo quiero salir a decir: / las vidas negras importan).

El segundo tema que rescato es “Blam Blam Fever”, la sexta pista. Esta vez es un divertido reggae el que nos introduce lo que vemos en todas las noticias “The gun fever is back” (La fiebre de las armas ha vuelto). Mientras que la mayoría parece haberse acostumbrado a esta ola de tiroteos escolares en los Estados Unidos esta canción nos demuestra el absurdo de vivir en un mundo donde tienes que abrir los periódicos o poner las noticias para ver titulares como esos “17 dead in a schoolyard crime” (17 asesinados en un patio de colegio), y seguimos con nuestras vidas como si nada pasara, la NRA (National Rifle Association) lidia con el problema como lo que son: unos comerciantes de armas defendiendo sus intereses económicos pero jamás mirando hacia las vidas de niños estadounidenses que deben enfrentar el absurdo de que se promueva el entrenamiento con armas a sus profesores, esos mismos que les enseñan los perjuicios de la violencia y la importancia de los argumentos y el conocimiento. Y esto no lo dice textualmente la canción, pero es a lo que nos lleva, nos invita a mirar esto como lo que es, una tragedia evitable que buena parte del mundo ve en completa relajación, como si se tratara de una moda más.

Justo después, en la pista número 7, viene el tema que más me ha impactado de todo este álbum: “10 commandments” (10 mandamientos). Esta canción recoge un discurso al que el mundo no parece adaptarse ni entender, porque el mundo sigue liderado y manejado mayoritariamente por hombres, porque el patriarcado es una realidad y una construcción cultural que nos ha determinado a todos, incluso a las mismas mujeres. Pero en esta canción surge una respuesta, no solo a toda la sociedad para que se abra a este discurso sino que es una respuesta directa a la canción “Ten Commandments of Man” de Prince Buster, un precursor del ska jamaiquino en los años 50, y cuya letra analizada bajo los ojos de estos tiempos es una descripción exacta e inequívoca del machismo visceral que por mucho tiempo imperó y al que le ha llegado su momento de desaparecer. La respuesta viene con la voz de Saffiyah Khan, una joven mujer cuya fotografía se hizo viral en redes sociales en el 2017, foto en la que aparece sonriendo tranquilamente cara a cara con un violento miembro del grupo de extrema derecha English Defense League (Liga de Defensa Iglesa). En una foto de otro ángulo de ese mismo momento se pudo ver que llevaba puesta una camiseta de The Specials y no pasó mucho tiempo para que los miembros de la banda la contactaran para hacer esta canción. Es ella quien con su voz serena, pero a la vez rebelde y profunda, acompañada por el tono constante del bajo de Horace Panter, nos resume el punto de vista del feminismo que muchos se niegan a ver, porque es a las mismas mujeres a quienes muchos aún se niegan a escuchar. La letra de la canción es tan poderosa que aquí la transcribo y traduzco completa:


The commandments of I, Saffiyah Khan. (Los mandamientos del yo, Saffiyah Khan.)
Thou shall not listen to Prince Buster, (No escucharás a Prince Buster,)
Or any other man offering kindly advice (o a cualquier otro hombre ofreciendo consejos amables)
In matters of my own conduct. (en materia de mi propia conducta.)
You may call me a feminazi or a femoid (Me podrán llamar una feminazi o una feminoide)
And then see if I give a stinking shit. (y luego ver si me importa una mierda)

Pseudo-intellectuals on the internet (Seudointelectuales en Internet)
They tell me I'm unhappy because I'm not feminine, (me dicen que soy infeliz porque no soy femenina,)
Failing to consider that I may be unhappy (desconsiderando que tal vez soy infeliz)
Because it's 3 AM and I'm in the depths of YouTube (porque son las 3 a.m. y estoy en las profundidades de YouTube)
Watching them whining. (viéndolos lloriquear.)

Thou may catcall me on the Street, (Me podrás piropear en la calle,)
But thou should take note that I'll catcall you right back (pero debes tomar nota de que te voy a piropear de vuelta)
To tell you that you look pretty sexy too in your joggers, (para decirte que también te ves muy ‘sexy’ con esos ‘joggers’,)
Or your suit, or your new-found look of confusión. (o con tu traje, o con tu recién adquirido aspecto de confusión.)

Girls should not turn on each other, (Las chicas no deben enfrentarse entre ellas,)
Or use man-made ideals like paths. (o usar ideales masculinos como caminos.)
Don't you realize that you're only making a fool of yourself (¿No notas que solo estás quedando como un tonto)
When you ask, "Why don't you wear makeup?" (cuando preguntas “por qué no usas maquillaje”?)
Is that what it takes to impress a bloke (¿Es eso lo que hace falta para impresionar a un tipo)
Whose brain is made up of promises of curvy size zeros (cuyo cerebro está repleto de promesas de voluptuosos ceros)
And anti-gravity tits? (y de tetas antigravedad?)

Thou shall not tell a girl “she deserved it (No le dirás a una chica “se lo merecía)
Because her skirt was too short,” (porque su falda era muy corta”,)
“She walked home, streets lights illuminating her as a target,” (“caminó a casa con el alumbrado público iluminándola como un objetivo”,)
“But she started it, because she looked at him,” (“pero ella lo inició porque le dirigió la mirada”,)
And “he finished it 'cause he wanted to.” (ni “él terminó porque quería”.)
And they'll bring out her skirt as Exhibit A before the judge. (Y expondrán su falda como “prueba A” ante el juez.)

And she should have the right to say: (Y ella tendrá el derecho a decir:)
“Thou shall not tell me what to wear (“No me dirás qué ropa usar)
Nor how to wear it. (ni cómo usarla.)

I shall not be the icing on your cake (No seré el glaseado en tu ponqué)
And I shall not be the candy on your arm. (y no seré el dulce en tu brazo.)
But I shall be seen (Pero seré vista)
And I will be Heard.” (y seré escuchada.”)
The commandments of I, Saffiyah Khan. (Los mandamientos del yo, Saffiyah Khan.)

Pseudo-intellectuals. (Seudointelectuales.)


Si esta muestra no basta para que escuchen este álbum les diré que cada canción merece una mención especial, que cada letra contiene frases con mensajes llenos de verdad, de conciencia plena acerca del mundo en el que vivimos, de la realidad que tantos se empeñan en darle la espalda. “Vote For Me”, “Embarrassed by You”, “Black Skin Blue Eyed Boys”, “Breaking Point”, “The Lunatics”, “The Life and Times (of a Man Called Depression)” y “We Sell Hope” completan la lista de temas con los que esta legendaria banda vuelve a la arena pero no para lanzarnos polvo a los ojos, aquí no hay engaños, las cosas son lo que son, este mundo en el que luchamos por los derechos de gente que luego nos avergüenza, donde los políticos son marionetas aparentando benevolencia y mendigando por nuestros votos, donde los lunáticos han tomado el control porque vivimos en los tiempos en los que la depresión es el espejo del narcisismo y donde estamos todos al borde de un punto de quiebre; pero para momentos así están bandas como The Specials listos para vender esperanza.

Fotografía: The Specials
Imágenes: Vote for me y 10 commandments

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